Estas páginas están abiertas al debate, a la reflexión y al intercambio. Todas las escrituras son bienvenidas.
En su columna para El Tiempo del lunes 13 de junio, Yolanda Reyes escribió:
«No seremos los mismos después de este dolor. No seremos los mismos después de tanta sangre, después de tantas lágrimas, después de tanto sufrimiento», expresó el presidente Santos al sancionar la Ley de Víctimas en la Plaza de Armas de Palacio. Pese a que el nombre del lugar podría tener un tinte paradójico e incluso inspirar miedo a ciertas víctimas, ¡precisamente de las armas!, la ley marca un hito «en tantas décadas de violencia entre hijos de una misma nación», como dijo también el Presidente.
Lo que suena ingenuo -o reduccionista- es el uso reiterado del «después» en las frases presidenciales, como si la sangre, las lágrimas y el sufrimiento se hubieran quedado en el pasado. La conjugación verbal utilizada «no seremos los mismos», en futuro, parecía insinuar que estábamos pasando una página o atravesando el umbral hacia un tiempo diferente. Cabría preguntarle a Santos si este lunes hace parte del «Después» o es parte de ese interminable «Todavía» en el que ha transcurrido nuestra violenta historia patria.»
Para leer el texto completo, haga click aquí. Los invitamos a dejar sus opiniones y comentarios abajo: