Reseñas clásicas: ‘Historias de ratones’, de Arnold Lobel

Por: Yolanda Reyes

Historias de ratones

Arnold Lobel
Traducción al castellano de Xosé Manuel González
Kalandraka editora, 2000

 

Dentro de la creciente producción editorial para niños, hay libros que nunca pasan de moda. Incluso, pueden dejar de circular durante un tiempo sin que eso los condene al olvido. Tal es el caso de Historias de Ratones, un álbum escrito e ilustrado por Arnold Lobel. El autor norteamericano, conocido también por otras entrañables historias de animales como las de Sapo y Sepo; Búho en Casa o Saltamontes va de viaje, murió en 1987 pero sus historias siguen estando más vivas que nunca. Por eso me parece una excelente noticia para los amantes de la buena literatura infantil que la editorial española Kalandraka haya reeditado, junto a la profusión de nuevos títulos, esta obra que antes circuló bajo el sello de Alfaguara.

¿Qué hace de Lobel uno de esos maestros a los que ya podemos llamar, sin titubeos, “clásico”? ¿En dónde radica la fascinación que sus historias producen, no sólo en los niños pequeños, sino en la gente sensible de todas las edades? Se me ocurren calificativos como sencillez, mesura, contención y humildad. Ninguno de esos ingredientes suele ser de buen recibo, sobre todo en un ámbito como el del diseño de libros para niños que exige cada vez mayores alardes de creatividad. El estilo de Lobel, sin embargo, parece ir en contravía. Sus historias, contadas con pocas palabras –las imprescindibles– y dibujadas con trazos sencillos que exploran matices en una paleta reducida de colores, captan la esencia de la condición humana. Valiéndose de esas criaturas animales, Lobel crea metáforas de los sentimientos, las debilidades, los pequeños dramas y las alegrías cotidianas de cualquier persona, sin distinción de cultura, raza, sexo, tamaño o latitud. Y, con una sabiduría esencial, nos habla de valores humanos universales, sin caer en moralejas simplistas ni en lugares comunes, típicos del género.

El hilo conductor de las Historias de ratones está dado por el papá ratón que cuenta siete historias a sus siete hijos antes de dormir. Cada una es un homenaje a las pequeñas cosas y también a la sensibilidad infantil, con su forma peculiar de percibir el mundo. En este álbum, tanto texto como ilustración se compenetran para crear un ritmo repetitivo, simétrico y musical, mediante recursos retomados de la poesía y del cuento tradicionales. Lejos de agotarse en las palabras, las imágenes y la diagramación contribuyen a la construcción de una atmósfera llena de acentos poéticos y de humor sutil, en la que no sobra ni falta nada. Sé por experiencia, que los pequeños, ávidos siempre de la repetición, reclamarán a sus padres estas historias una y otra vez a la orilla de sus camas. Y también puedo asegurar que los adultos no bostezarán mientras las leen a sus “ratones de biblioteca”. El mismo Lobel declaró que se preocupaba por lo que las historias significaban para los niños pero que, a la vez, era consciente de que todas las cosas que sucedían eran esencialmente muy personales para él y tenían resonancias en su propia vida. “Yo no me siento contento a menos que mis libros apelen también a los adultos”. En esas palabras, quizás, está la clave de su trabajo.

El libro sólo tiene un problema: la conversión de euros a pesos colombianos no resulta favorable en los tiempos que corren. Es una lástima porque la reciente apuesta editorial que hace Kalandraka, con éste y muchos otros títulos, es una de las más serias en el ámbito de la literatura infantil.


Esta reseña fue escrita por Yolanda Reyes para la revista Cambio de Colombia y aparece en este medio con su autorización.