Como es tradición en Espantapájaros, este año quisimos regalarles a los niños que vienen al jardín infantil (y regalarnos también a los adultos) dos horas para la literatura y el arte, y para compartir esa magia de estar juntos que no se consigue en ninguna tienda.
Lo más importante era que todo estuviera listo antes de que llegaran las familias.
Porque cuando estuvieron aquí… ¡les tocó ponerse a trabajar!
Primero, decoraron con sus pasteles las materas de cerámica.
Después, cada familia recibió una clavellina y la sembró en su matera.
Cuando todos estaban trabajando, llegó al parque San Nicolás, un personaje al que nadie esperaba.
Cuando apareció, ya cada familia había terminado de hacer su regalo. ¡Menos mal! Porque después de semejante visita, la jardinería pasó a segundo plano…
Los niños corrieron a buscar papel y marcadores, para escribirle cartas a San Nicolás.
Y aprovecharon para entregárselas.
Algunos contaron con muy buena suerte: San Nicolás les leyó cuentos.
Pero los más afortunados fueron los papás, porque cuando todo acabó, sus hijos los sorprendieron con un concierto de Navidad.
Y como los mejores regalos son los que hacemos nosotros mismos, hemos decidido regalarles las mejores fotos de la celebración.
¡Feliz Navidad!