La semana de la arquitectura en Espantapájaros fue un éxito y los niños nunca la olvidarán. Los dejamos con una reflexión de Marta Parada, librera de la Tienda de Oz, en torno a esta experiencia.
Inspirados en el libro La ciudad y los niños del maestro y pedagogo Francesco Tonucci, iniciamos la semana de la arquitectura en Espantapájaros. Yo sabía que íbamos a aprender y a divertirnos, ¡pero los resultados superaron ampliamente mis expectativas!
Para mí fue muy especial y significativo este llamado a ejercer mi profesión de la mano de los niños; me encanta trabajar con ellos porque son espontáneos y naturales, porque se enfrentan al papel en blanco sin miedo. Solo ellos tienen la sencillez y la curiosidad necesarias para asumir la creación artística como una aventura en donde todo es válido, en donde no hay errores, en donde lo único es ser únicos.
Y fue así como durante la semana los niños dibujaron planos de sus casas, armaron construcciones con palos y telas, construyeron pirámides, casas en la nieve, túneles de colores y casas del terror, diseñaron un barrio entero con cajas enormes, una casa por la que podían caminar y un mural que usaron para contarnos cómo es la ciudad que desean, una ciudad que oiga sus voces y que vuelva a ser lugar de encuentro y de goce.
A los padres les recomiendo este libro, es un placer leerlo porque no solo habla de deseos sino de cómo hacerlos realidad. Y termino con estas palabras de F. Tonucci: “En los primeros años se realizan los aprendizajes más importantes de toda la vida del hombre. El juego en el niño no es perder el tiempo, es perderse en el tiempo, es encontrarse con el mundo en una relación excitante, llena de misterio, de riesgo, de aventura…”
Marta Parada