Consigue una canastilla, la forras por dentro con una bolsa negra. No olvides hacer unos pequeños agujeros en la bolsa para que el agua del riego tenga por donde salir.
Mezcla tierra con un poco de abono orgánico…
Luego, llena la canastilla con la tierra abonada.
Elige las semillas de hortalizas que quieras sembrar. Nosotros elegimos cilantro, lechuga, espinaca y zanahoria.
Haz unos caminos en la tierra no muy profundos, coloca allí las semillas y tápalas con tierra.
Riégalas diariamente con agua y muy pronto empezarán a germinar.
Unas semanas después empiezan a crecer nuestras pequeñas plantas.